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17 de abril de 2020 - Muchos de nosotros estamos de duelo en este momento. Estamos de duelo por personas que hemos perdido, en muchos casos sin haber tenido la oportunidad de despedirnos o estar con ellos en sus momentos finales. Estamos de duelo por no poder estar presentes para apoyarnos unos a otros en este momento. Estamos de duelo por nuestros rituales, nuestras rutinas y la familiaridad con nuestra cotidianidad. Para aquellos de nosotros que tenemos una historia de duelo (especialmente del tipo inesperado), podemos estar de duelo por esas pérdidas anteriores revueltas y despertadas. Solo esta semana, tuve dos sueños relacionados con pérdidas anteriores (una muerte y un aborto espontáneo). Tuve que recordarme cuando desperté que no eran esos eventos recurrentes, sino otro conjunto de pérdidas completamente distinto lo que estaba experimentando actualmente.

El duelo puede ser confuso. No es lineal, como "cuando supere este sentimiento en particular, habré terminado con eso".  Es cíclico y persiste en eventos importantes, palabras no pronunciadas, ciertas canciones y momentos captados como fotografías en nuestras mentes. Es un lugar que podemos visitar o pasar por alto, aunque reside en el fondo como si esperara que lo notáramos.

Si está experimentando un duelo en este momento, he aquí algunos aspectos que son dignos de recordar:

  1. Hay diferentes maneras de decir adiós. Los finales inesperados tienden a incitar emociones fuertes, a menudo ancladas tanto en el presente como en el pasado, de cuando nos hemos sentido abandonados o rezagados. Hay diferentes formas de decir adiós. Escriba una carta a su ser querido, aunque termine siendo el único que la lea. Si su ser querido ha muerto o está en un lugar que no puede visitar, tenga en mente una intención y dígala en voz alta mientras piensa en él/ella a lo largo del día. Uno de mis favoritos es: "Que sientas mi amor por ti y estés rodeado de paz". 
  2. "La última oración del libro no reescribe toda la historia". Hace años, tras la pérdida de alguien a quien quería, una persona me dijo estas palabras. Me recordó que a pesar de que no podía estar con ese ser querido cuando murió, tenía un libro lleno de líneas para dibujar que eran la historia de nuestras vidas juntos y de nuestra relación. Muchas de esas líneas eran expresiones de nuestro amor, momentos que compartimos juntos, conversaciones y remembranzas. Recordar estos sentimientos y estos momentos es cuando nos damos cuenta de quién era esa persona; quiénes éramos con ellas, y cuál era la relación, todo lo cual supera sus momentos finales. Ahora es un buen momento para reflexionar lo mejor que pueda sobre esos primeros y mejores recuerdos, para rememorar la imagen completa de sus vidas y su conexión.
  3. Las conexiones pueden profundizarse con el tiempo, incluso después de la pérdida. Esta semana se cumplen 14 años del fallecimiento de mi padre. En los primeros días y semanas después de su muerte, todo lo que podía recordar era la imagen de él enfermo y el trauma asociado. Con el paso del tiempo, mis recuerdos de él inesperadamente se hicieron más ricos y más accesibles de lo que eran en aquellos primeros días. Las imágenes de él estando enfermo comenzaron a desvanecerse. Ahora puedo recordar más fácilmente su risa y sus bromas, y reconocer la similitud entre los ojos de mi hija y los de él. También me siento más conectado con cómo debió haberse sentido como padre, ahora que lo soy. Estas son conexiones más nuevas y profundas con mi padre, que no podría haber anticipado en el momento de su muerte.
  4. No está solo en su duelo. Sepa que otros también están experimentando duelo en este momento y que hay apoyo a su disposición. El apoyo en línea para el duelo y el que brindan los profesionales en salud mental, los centros de cuidados paliativos y los grupos religiosos están a su disposición, en gran parte a través de telesalud y otras plataformas virtuales. Puede conocer acerca de las opciones de apoyo en el duelo al comunicarse con sus proveedores locales de atención en salud mental, organizaciones religiosas o centros de cuidado paliativo, o mediante uno de los siguientes recursos nacionales: Línea de Vida Nacional para la Prevención del Suicidio: 1800 273-TALK (8255); Línea de mensajes de texto en momentos de crisis: envíe la palabra TALK al 741741.  Si sufre la pérdida de un ser querido por suicidio, aunque haya ocurrido antes de la COVID-19, la Fundación Estadounidense para la Prevención del Suicidio (American Foundation for Suicide Prevention, AFSP) tiene nuestro programa de Conversaciones de Sanación, que proporciona contacto telefónico o de video de igual a igual y recursos para quienes experimentan una pérdida por suicidio. 

Tenga en cuenta, en este momento, que otros que han recorrido los caminos del duelo están aquí para ayudarlo y pueden servirle de guía. Busque esperanza, sanación y consuelo durante este momento difícil para ellos, y que sepan que les esperan días en los que la intensidad de su dolor amainará y será reemplazada por recuerdos amorosos.